Algunos me habéis comentado lo extraño del microrrelato “A –
Ha – Hab” que publiqué días atrás. La cosa no tiene mayor misterio: es un
ejercicio literario de reconstrucción integral de la famosa novela “Moby Dick”,
de Herman Melville (Hellmans no… eso es la mayonesa). El título es un homenaje
al Capitán Ahab, que a pesar de ser el protagonista no aparece hasta la mitad
de la novela (669 páginas) y encima es cojo y muere… que ya es mala pata. El
cuerpo central del relato se compone de dos partes bien diferenciadas. En
primer lugar la frase, lapidaria en mi opinión, “Llamadme Ismael”: es la frase
con la que Melville da comienzo a su novela y en la literatura estadounidense
es equivalente a nuestro “En un lugar de La Mancha…”, esto es, un frase que de
modo inmediato nos trae a la mente toda una novela. Ciertamente la mayoría de
los estadounidenses no han leído “Moby Dick”… como tampoco nosotros “El
Quijote”… En cuanto a la segunda parte o desenlace (“O no”) supone una ruptura
radical en relación al texto original…. Y no solo porque obvia los todos elementos
redundantes que Melville incluyó en su novela, sino porque plantea un desenlace
dialéctico. Sí: negación es afirmación, como afirmación es negación. No sé,
creo que sí… o no. A lo que hay que unir, por qué no decirlo, el brillante
dramatismo que aportar los puntos suspensivos finales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario