domingo, 27 de abril de 2014

LA NOVELA ASEXUADA



Quiso un famoso novelista escribir una novela sin sexo. Probó con el género de misterio, pero antes de las doce campanadas el mayordomo (que sí era el culpable) ya estaba retozando con la señora de la casa, y la señora de la casa con el fantasma del sótano… Probó con el género de aventuras. Nuevo fracaso: antes del primer meandro (casi vuelca la lancha) ya estaba el explorador liado con la mujer de Tarzán, y ésta con el cocodrilo… y así. Los indígenas, desde la frondosa orilla selvática, no lanzaban flechas: sus cuerpos estaban demasiado excitados como para tensar arco alguno. Probó con el género policíaco. Decepcionante: no había ordenado el juez el levantamiento del cadáver y ya estaban liados el detective, la chica, el cadáver y la forense… Finalmente sus enconados esfuerzos rindieron fruto: había conseguido un texto puro, níveo, prístino… la novela asexuada. Eufórico, la remitió a su editor. Tras una atenta lectura éste, escandalizado, le respondió: “¿no te da vergüenza escribir esto?”.

viernes, 25 de abril de 2014

Malvivir

Érase una vez un tipo que tenía dos vidas. Sí, dos vidas. Esta circunstancia, que para el común de los mortales habría sido motivo de alegría, constituía para él una permanente desazón. Porque él no sabía si tales vidas habría de vivirlas en paralelo o en forma sucesiva, al mismo tiempo o una detrás de otra. Si trataba de vivirlas juntas, a un tiempo, quizá por la mañana una y por la tarde otra, la confusión (la suya y la de quienes se cruzasen en su camino) anularía cualquier satisfacción. Pero si eran sucesivas… ¿quién le garantizaba que una vez muerto gozaría realmente de esa segunda nueva vida?. Y así pasaron los días, y los años… malviviendo una única vida como el resto de los hombres, pero atormentado por la duda. Mala vida la de aquel que tiene más de una vida.