Suplantar a Borges.
Me contrataron para suplantar a Borges, al mismísimo Jorge Luis
Borges. La idea de sustituirlo ya hubiera sido descabellada… pero
suplantarlo… Una idea aún más descabellada teniendo en cuenta que entre
Borges y yo no hay parecido físico alguno y que, para colmo de males, el
tipo lleva más de quince años muerto y enterrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario