martes, 11 de marzo de 2014

SONETO PREFERENTE

Al descubrir mi dinero ahorrado
preso en las garras de ésta sucia gente
que prometiome trato preferente
me vi de indignación emblesado.
Mi salud y familia, dolorido,
mi confianza contra el suelo estrellada
como vajilla vieja abandonada
¿No hay juez que atienda justo mi quejido?
Grité frente a vuestra dorada puerta
y topeme el portal aherrojado
porras y pistolas fué la respuesta
Y a ésta mi postrera edad estafado,
ví al banquero calle franca y abierta
y yo mal vencido y desahuciado.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario